viernes, 2 de septiembre de 2022

La Cremación

 


Pregunta:

¿Puede aceptarse la cremación siempre que el cuerpo permanezca inalterado durante el funeral y sólo sea cremado luego de la Misa de Responso?

Respuesta del Padre Peter R. Scott.

Es falso afirmar que la cremación es aceptable siempre que el cuerpo esté presente en el funeral.

Las leyes tradicionales de la Iglesia son muy explícitas en este punto. A aquéllos que hayan solicitado que sus cuerpos sean cremados, se les negará cristiana sepultura, a menos que hubieren dado alguna muestra de arrepentimiento (Canon 1240, §1, 5). Esto significa que se les negará cualquier tipo de Misa de Responso o ceremonia pública, incluso una Misa de aniversario (Canon 1241). La razón de este estricto reglamento se encuentra en el hecho de que los masones y los enemigos de la Iglesia, que no creen en la resurrección del cuerpo, alentaron esta práctica como una negación clara al respeto que se merece el cuerpo como templo del Espíritu Santo, que resucitará en el último día. Es una costumbre pagana, abominable a la santidad de la vida Católica.

Es cierto que en 1963, durante el Concilio Vaticano II, se flexibilizó esta ley. El Código de Derecho Canónico de 1983 refleja este cambio estableciendo que la cristiana sepultura sólo se le negará a aquellas personas que hayan elegido la cremación por razones opuestas a la Fe Católica (Canon 1184, §1, 2). Esta expresión ambigua abrió las puertas a la cremación sin control, con su consecuente falta de respeto por el cuerpo, sellado con la Santísima Trinidad en el bautismo.

Sin embargo, es una cuestión discutible, pues la Iglesia Conciliar ha abandonado cualquier Misa de Responso, y no sólo la de aquéllos que han sido o habrán de ser cremados. Aquí subyace la tragedia real, pues el Sacrificio de la Misa no se ofrece más por el eterno descanso de las pobres almas sufrientes del Purgatorio.

En lo que concierne a los verdaderos católicos, la cremación no es una práctica aceptable, excepto en casos extremos de peligro, como en el caso de plagas u otras enfermedades infecciosas. Tiene que seguir tratándose como una negación clara al dogma católico referente al cuerpo como templo del Espíritu Santo y la resurrección del cuerpo. Los sacerdotes tradicionales deben consecuentemente, rehusar celebrar los servicios de la cristiana sepultura y la Misa de Responso para todas aquellas personas que hayan solicitado que sus cuerpos sean cremados. Y más aún, los católicos tradicionales tienen el deber de explicar esta situación a sus familiares, para no encontrarse en la situación de tener que implementar la cremación o negar una Misa de Responso.

Fuente: TradiciónCatólica.com