La Madre Elena Aiello fue la Fundadora en Cosenza (Italia) de la Congregación de la Divina Providencia. Durante muchos años ha constituido uno de los fenómenos místicos más espectaculares, con sus reproducciones dolorosas de la Pasión de Nuestro Señor.
Beata Elena Aiello
Hizo numerosas profecías, que tuvieron cabal cumplimiento, como la referente a la caída de Mussolini («el Duce»), con una de cuyas hermanas mantuvo frecuente correspondencia.
A la Madre Elena Aiello corresponden estas palabras:
«Después de comenzar los sufrimientos usuales, aproximadamente a la una de la tarde, Jesús se me apareció cubierto de llagas y de sangre y me dijo: «Mira, hija mía, cómo los pecados del mundo me han herido.
El mundo se ha sumergido enteramente en la suciedad y desborda en corrupción. Los gobiernos de los pueblos se han levantado como demonios encarnados. Mientras hablan de paz, se están preparando para una guerra con armas devastadoras para la destrucción de pueblos y naciones. Los hombres se hicieron ingratos a mi Sagrado Corazón y, abusando de mi misericordia, han transformado la tierra en una escena de crímenes. Muchos escándalos llevan a las almas a la perdición..., especialmente por la corrupción de la juventud.
El mundo se ha sumergido enteramente en la suciedad y desborda en corrupción. Los gobiernos de los pueblos se han levantado como demonios encarnados. Mientras hablan de paz, se están preparando para una guerra con armas devastadoras para la destrucción de pueblos y naciones. Los hombres se hicieron ingratos a mi Sagrado Corazón y, abusando de mi misericordia, han transformado la tierra en una escena de crímenes. Muchos escándalos llevan a las almas a la perdición..., especialmente por la corrupción de la juventud.
Violados hasta el límite, excitados, desenfrenados para los goces y placeres del mundo, su espíritu está degenerado en la corrupción del pecado. El mal ejemplo de los padres educa a los hijos en escándalo e infidelidad, en vez de virtud y rezos. El rezo está casi muerto en los labios de muchos. Manchado y degradado en la fuente de la fe y de la santidad el hogar.
La voluntad de los hombres ya no cambia. Viven en la obstinación del pecado. Más severos serán los castigos y plagas para revocarlos al camino de Dios; pero los hombres se ponen más furiosos, como bestias heridas, y endurecen sus corazones hacia la gracia de Dios.
El mundo ya no merece perdón, sino solamente fuego, destrucción y muerte.
Se necesita más oración y penitencia de mis almas fieles para aplacar la la Justicia divina, para atemperar la justa sentencia del castigo, que ha sido suspendido en la tierra por la intercesión de mi amada Madre, que es también la Madre de todo el linaje humano. ¡0h, qué triste está mi Corazón al ver que los hombres no responden a los muchos llamamientos de amor y de dolor, dirigidos por mi amada Madre a la humanidad errante! Errando en la oscuridad siguen viviendo en sus pecados y se alejan más de Dios; pero el castigo de fuego se acerca para purificar la tierra de las iniquidades de los perversos (o malignos).
La justicia de Dios exige reparación por las muchas ofensas y crímenes que cubren la tierra y que ya no se pueden comprometer más. Los hombres están obstinados en sus delitos y no vuelven a Dios. Se oponen a la Iglesia, y los sacerdotes son despreciados a causa de los perversos que dan escándalo. Ayúdame, sufriendo, a reparar por las muchas ofensas, y de esta manera salvar en parte a la humanidad, precipitada en el fango de la corrupción y muerte...
Anuncia a la humanidad que debe volver a Dios, haciendo penitencia y haciéndolo así tienen esperanza de ser perdonados y salvados de la justa venganza de un Dios despreciado». (Diciendo esto, Nuestro Señor desapareció. Entonces se presentó la Santísima Virgen, con vestido negro y siete espadas atravesando su Inmaculado Corazón).
Acercándose a mi, y con expresión de profundo dolor y lágrimas en sus mejillas, me dijo: «Óyeme con atención y revela a todo el mundo: Mi Corazón está muy triste por los sufrimientos que vendrán sobre un mundo que se bate en una catástrofe inminente. La Justicia de Dios es ofendida al extremo. Los hombres viven en la obstinación de sus pecados. La ira de Dios está muy cerca. Pronto grandes calamidades, revoluciones sangrientas, huracanes terribles vendrán sobre el mundo y los ríos y el mar se desbordarán. Proclama, grita en alta voz, hasta que los sacerdotes de Dios oigan mi voz para que avisen a la humanidad de que el castigo está muy cerca, y si los hombres no vuelven hacia Dios con la oración y la penitencia, el mundo será lanzado en una nueva y más terrible guerra.
Las armas más mortíferas destruirán las iglesias y la Santa Eucaristía, y destrozarán cosas muy queridas. En esta guerra impía muchas cosas que han sido hechas por los hombres serán aniquiladas.
Nubes con relámpagos, penetrantes de fuego del cielo y una tempestad de fuego caerán sobre la tierra. Este castigo terrible que nunca se ha visto en la historia de la humanidad durara setenta horas. Loa ateos serán aplastados y aniquilados y muchos se perderán porque permanecerán en la obstinación de sus pecados. Entonces se vera el poder de la luz sobre el poder de las tinieblas. No guardes silencio, hija mía, porque las horas de las tinieblas y el abandono se acercan. (16 de abril de 1955).
Me inclino sobre el mundo, teniendo en suspenso la justicia de Dios. De otra manera, estas cosas hubieran venido ya sobre la tierra. Oraciones y penitencias son necesarias, porque los hombres deben volverse hacia Dios y a mi Corazón Inmaculado, la Mediadora entre los hombres y Dios, y de esta manera el mundo al menos será salvado en parte. Proclama, gritando, estas cosas a todos, como si fueras el mismo eco de mi voz. Anuncia esto a todos, porque ayudará a salvar a muchas almas e impedir muchas destrucciones en la Iglesia y en el mundo».
ULTIMAS PROFECIAS DE LA MADRE ELENA AIELLO
La vida de Sor Elena, conocida en Roma como «la monja santa» fue una incesante y fervorosa plegaria ante el Señor.
Madre General y Fundadora de las Hermanas Mínimas de la Pasión de Nuestro Señor, estigmatizada de modo excepcional y víctima por la Humanidad, fue estimada y consultada con frecuencia por el Papa Pío XII, reconociendo en ella dotes de abnegación, caridad y profecía. Su vida está escrita en el libro de Francisco Spadafora: «Sor Elena Aiello, la monja Santa», Citta Nuova Editrice-Roma 1964, pero sus visiones permanecen hasta ahora absolutamente inéditas.
En un periódico italiano se publicó un artículo sobre la Vidente del que extractamos las siguientes noticias: El periódico «Alianza italiana» órgano del Centro Político «Dios, Autoridad, Pueblo» ha publicado un manuscrito del confesor de Sor Elena Aiello... El documento está dedicado a las visiones de la Madre y dice entre otras cosas: El viernes Santo de este año, Sor Elena Aiello ha sufrido poco, apenas una hora desde las 14 a las 15,30 (!).
Dos noticias son importantes: 1.ª La visión de B. M. (Benito Musolini) que le ha dicho que se había salvado porque su trágica muerte había purgado su vida de pecado y que había sido enviado por Dios para decir a Sor Elena que avise a los Gobernantes de Italia, que pronto Rusia invadirá Europa y traerán muchas ruinas a nuestra Patria.
2.ª La visión de la ciudad del Vaticano invadida por los comunistas, en una revuelta con persecuciones al Santo Padre y a la Iglesia.
Por último, vio el castigo de los pecadores y malvados, promovido directamente por Dios.
Así el periódico. Pero nosotros estamos en posesión de una abundante serie de mensajes, visiones, locuciones experimentadas por la Madre Aiello, que por su importancia, actualidad, precisión y profundidad espiritual, merecen ser publicadas y dadas a conocer con notable provecho de aquellos a quienes Dios ha destinado a recibir al Verbo de Salvación. Ponemos a continuación una provechosa e impresionante síntesis, cuya lectura debe hacer temblar a toda alma que no esté completamente ciega y perdida.
En el año 1961, la Virgen habla de la Revolución que surgirá en Italia (también está transcrita en la citada obra de D. Spadafora p. 209 con «imprimatur» del Obispo Liverzani, del día 22-VII-1964).
«Los hombres ofenden mucho a Dios. Si Yo te hiciera ver el número de pecados que se cometen en un solo día, morirías de dolor».
«Las fuerzas del mal están preparadas para desencadenarse en todas las partes del mundo, con terrible violencia. Terrible será la convulsión que vendrá... Italia será humillada y purificada en la sangre y deberá sufrir mucho, porque muchos son los pecados que se cometen en esta nación predilecta, sede del Vicario de Cristo. No podéis imaginaros lo que sucederá. Se desencadenará una terrible revolución y los caminos quedarán enrojecidos con la sangre. El Papa sufrirá mucho, y todos estos sufrimientos serán para él una agonía que abreviará su peregrinación terrena. Su sucesor gobernará la nave en la tempestad. (Será el último de los lemas papales de la Profecía atribuida a S. Malaquías, Pedro Romano?)
«Pero no se retrasará el castigo de los impíos. Aquel día será espantoso, de la manera más terrible: la tierra temblará y purificará a toda la Humanidad. Los malvados perecerán en los tremendos rigores de la justicia divina». (¡El Castigo anunciado por tantos Profetas!)
De la visión del 7-1-1950
Nadie se arrepiente... solamente se muestran ansiosos de conquistar nuevos territorios, para dominarlos como lobos rapaces. La guerra, castigo de Dios por los delitos del mundo culpable, espantoso azote por los pecados de los hombres, en vez de hacerlos volver a Dios, arrepentidos y corregidos, ha traído una mayor desvergüenza de costumbres, odios y persecuciones contra la Iglesia y su supremo Pastor, que es la salvaguardia del mundo entero y el monitor de esta desenfrenada Humanidad...»
Una propaganda impía, ha difundido por el mundo muchos errores, resultando en todas partes, persecuciones, ruinas y muertes. Si los hombres no cesan de ofender a mi Hijo, no estará lejos el tiempo en que la justicia del Padre, enviará sobre la tierra el azote merecido y será el peor castigo que jamás se ha visto en la historia de la Humanidad. «Cuando en el cielo aparezca una señal extraordinaria, sabed los hombres que está próximo el castigo del mundo».
De la visión del viernes Santo (11-IV-1952)
«Mi corazón sangra, porque la Iglesia se verá perseguida. Son muchos los lobos rapaces y se visten de piel de cordero, y por esto el "Cristo en la tierra" (el Papa), sufrirá mucho. Italia será atormentada, porque se prepara una gran revolución, pero en parte será salvada».
Del supremo llamamiento de la Santísima. Virgen al mundo (2-1-1954)
«Pero el azote está próximo y las horas de las tinieblas están cercanas. ¡El rebaño está a punto de dispersarse! Muchas señales nunca vistas, vendrán sobre el mundo para advertir a los hombres que la medida está colmada. Momentos espantosos serán cuando mi Hijo hablará con acento de Juez y pronunciará la sentencia merecida sobre la Humanidad extraviada.» «Quiero que se sepa que el castigo está próximo. Fuego jamás visto descenderá sobre toda la tierra y gran parte de la Humanidad será aniquilada. Aquellas horas serán desesperadas para los impíos, con alaridos y bestialidad satánica, suplicarán ser cubiertos por las montañas y buscarán refugio en las cavernas... pero todo será en vano. Los que quedaren encontrarán en mi protección, la misericordia de Dios, mientras que todos los demás que no quieran arrepentirse de sus culpas, perecerán en un mar de fuego».
«Bienaventurados los que en aquellos momentos puedan llamarse verdaderos devotos de María». Rusia será casi completamente calcinada; también otras naciones desaparecerán. Italia será en parte salvada por el Papa».
Del llamamiento a la Humanidad de parte del Corazón Divino de Jesús y del Corazón inmaculado y Dolorido de María (16-IV-1954).
«El mundo está hundido en una corrupción espantosa. Los gobernantes de los pueblos, se han vuelto verdaderos demonios encarnados, y mientras hablan de paz, preparan las armas más mortíferas... para destruir pueblos y naciones.
Los hombres han transformado la tierra, en un escenario de crímenes». ¡Cuántos escándalos que conducen a las almas a la ruina! La corrupción de la juventud, ha traspasado todos los límites y las ansias de los goces de la tierra, han degradado su espíritu en la corrupción del corazón y en el fango del pecado. El ejemplo pecaminoso de los padres, que ha hundido a la familia en el escándalo y en la infidelidad, en vez de en la virtud y la oración —que está casi muerta en los labios de muchos— ha emponzoñado y secado la fuente de la santidad y de la alegría en el santuario doméstico... Por eso el mundo no es digno de perdón, sino del fuego de la destrucción y de la muerte. ¡El azote del fuego está próximo y purificará a la tierra de la iniquidad de los malvados!
Los hombres han transformado la tierra, en un escenario de crímenes». ¡Cuántos escándalos que conducen a las almas a la ruina! La corrupción de la juventud, ha traspasado todos los límites y las ansias de los goces de la tierra, han degradado su espíritu en la corrupción del corazón y en el fango del pecado. El ejemplo pecaminoso de los padres, que ha hundido a la familia en el escándalo y en la infidelidad, en vez de en la virtud y la oración —que está casi muerta en los labios de muchos— ha emponzoñado y secado la fuente de la santidad y de la alegría en el santuario doméstico... Por eso el mundo no es digno de perdón, sino del fuego de la destrucción y de la muerte. ¡El azote del fuego está próximo y purificará a la tierra de la iniquidad de los malvados!
En la visión del viernes Santo (8-IV-1955), la Virgen recalca:
«Se avecinan días oscuros y terribles... los gobernantes de los pueblos se agitan y hablan de paz, pero el mundo de nuevo estará en guerra y toda la Humanidad se sumirá en tristeza, porque la Justicia de Dios no tardará en completar su carrera y los acontecimientos están próximos. Terrible será la revolución en toda la tierra, porque los hombres como en tiempos del diluvio han perdido el camino de Dios y están dominados por el espíritu de satanás».
¡La justicia de Dios gravita sobre el mundo y la Humanidad manchada de fango será lavada en su propia sangre, enfermedades, hambre, terremotos, naufragios y en la guerra!
Después, si los hombres no se enmiendan, un terrible azote de fuego bajará del cielo sobre todos los pueblos de la tierra. Aquellos momentos serán espantosos para todos, por que se juntará el cielo con la tierra y todos los impíos serán aniquilados. Algunas naciones serán purificadas, mientras otras desaparecerán completamente. Italia será castigada y purificada por una gran revolución, y solamente será salvada en parte.
De la visión del 16-IV-1955
«Los hombres viven en la obstinación del pecado, pero la ira de Dios está próxima y el mundo será castigado con una gran calamidad, sangrientas revoluciones, fuertes terremotos, carestías, epidemias, y espantosos huracanes que harán salirse de madre a los ríos y a los mares. El mundo será totalmente convulsionado por una nueva y terrible guerra. Las armas más mortíferas destruirán pueblos y naciones.
Los dictadores de la tierra, verdaderos monstruos infernales, demolerán las Iglesias con los sagrados Tabernáculos y destruirán pueblos y naciones y los objetos más apreciados. En esta lucha sacrílega por el feroz impulso y encarnizada resistencia se verán abatidas muchas, de aquellas cosas que han sido hechas por las manos del hombre».
Los dictadores de la tierra, verdaderos monstruos infernales, demolerán las Iglesias con los sagrados Tabernáculos y destruirán pueblos y naciones y los objetos más apreciados. En esta lucha sacrílega por el feroz impulso y encarnizada resistencia se verán abatidas muchas, de aquellas cosas que han sido hechas por las manos del hombre».
Día 15-IX-1958
«El comunismo se expansiona en el mundo entero; el materialismo posee una gran organización, jamás vista, sobre la faz de la tierra. Ha trastocado los derechos de la Iglesia depositaria del Santo Evangelio. Sus fuerzas son poderosas y difunde sus errores, suscitando guerras, revoluciones y persecuciones contra la Iglesia. Por ello los religiosos, los sacerdotes, todo el clero, las almas que me están consagradas y los devotos de mi Corazón deben estar en primera línea, para combatir el materialismo con el ejemplo, viviendo una vida santa. Deben salvar las almas, deben comprometerse en su apostolado a combatir el materialismo para conquistar el Reino de Cristo. Si esto no se obtiene, Italia será invadida por las tropas rusas...».
Viernes Santo (27-III-59)
Los gobernantes de los pueblos están fuera de la luz de Dios, sobre todo los de Italia. Están llenos de falsedad e hipocresía y se sirven de mi nombre y del de mi Hijo. El materialismo corre rápido sobre todas las naciones, y continúa su marcha llevando la ruina y la muerte; lleva veneno en sus labios y en el corazón, para emponzoñar a muchas almas.
¡Qué de estragos hace en medio de la juventud y de los niños el pecado de la impureza! La familia cristiana ha dejado de existir.—Ello ya no constituye un misterio; quieren expulsar a Cristo de las familias, de las escuelas, de las oficinas, de la sociedad, de las conciencias.
Rogad intensamente... Roma será castigada... Rusia se impondrá sobre todas las naciones, de manera especial sobre Italia, y elevará la bandera roja sobre la cúpula de San Pedro; la Basílica será rodeada de leones muy feroces.
Día (22-VIII-1960)
La hora terrible avanza sobre el mundo; muchas naciones serán castigadas, especialmente Italia por revoluciones sangrientas... Rusia ha preparado sus armas secretas contra América, contra Francia y contra Alemania. La guerra está próxima. El Rin de Alemania-Suiza estará lleno de cadáveres y de sangre. El Papa deberá sufrir mucho. El león rugiente avanzará hacia la cátedra de Pedro para difundir sus errores. La hiel de Rusia emponzoñará a todas las naciones, especialmente a Italia».
Viernes Santo de 1961
Estas son las últimas revelaciones de la Madre Elena Aiello. Después de algunos meses murió en Roma en la casa de su Congregación de la calle de Bandassim.
Habla la Virgen: Si la Humanidad no vuelve a mi Corazón y al de mi Hijo Jesús, el mundo se hundirá en el abismo... Rusia esparcirá sus errores sobre todas las naciones, especialmente sobre Italia. El mundo ha caído muy bajo y tiene necesidad de castigos, de plagas con que ser purificado. Los hombres no reconocerán ya a su Dios; su dios ahora es el pecado, el placer, la deshonestidad; nadie se vuelve a Dios, por eso sobrevendrán los más terribles castigos de destrucción y de muerte sobre todas las naciones, especialmente sobre Italia. Rusia está conducida por Satanás; ella busca el dominio absoluto sobre toda la tierra. La Iglesia será perseguida y el Papa y los sacerdotes deberán sufrir mucho.
Francisco Spadafora.
Roma, 6 de mayo de 1976
(Ediciones «La Voz de Fáitma», Tucumán, 210, San Martín, Buenos Aires; «Cruzada Mariana», Padres Franciscanos, Cáceres [España], hoja nº 24.) (Cf. Sour Elena Aiello «A monaca santa» Francisco Spadafora. 2.ª edición. Vicenza 1974.)
Capítulo 40 del libro, Alerta Humanidad, dedicado a la Madre Elena Aiello.