Beato Nicolás Factor religioso franciscano español,
natural de Valencia, nació en 1520 y murió en la ciudad de Turia en 1583, según
sus numerosos biógrafos. El Papa Pío VI le declaro Beato en 1786.
«Se levantará en la Iglesia el espíritu de un nuevo
David, que será un Pontífice Romano, escogido por la mano de Dios; el cual
reformará la Iglesia Católica en tiempo en que se hallará en tanta apretura,
que apenas serán católicos y fieles la tercera parte de los que tienen el
nombre de cristianos. Este nuevo Pontífice volverá la Iglesia a su antiguo
estado y reducirá a los herejes; y en reduciéndolos, se juntará con el Rey, en
quien estará la gracia de Dios, y los dos tomarán todos los tesoros de la
Iglesia, y hechos moneda, levantarán gente en el Cristianismo, y con poderoso
ejército marcharán la vuelta de Jerusalén.
Excitados los españoles por la santidad de esta causa,
se apoderará de ellos un ardor tan santo, que partirán sin despedirse de sus
padres y sin arreglar sus negocios. La legión más fuerte de este ejército se
compondrá de religiosos regulares y seculares.
Este ejército irá por el estrecho de Gibraltar al
África; y caminará hasta sitiar la Ciudad de Libia o Fez, y en ella el Túnez,
donde formará una poderosa armada, y el ejército caminará por tierra.
Luego que lleguen las nuevas al Turco de que el Rey
León viene tan poderoso, congregará aquél un innumerable ejército que pondrá en
cuidado al León de España; mas Dios le confortará por medio de un Ángel,
asegurándole que no tema, porque le tendrá de su parte. Con este auxilio la
armada Cristiana, que irá por mar, se apoderará por fuerza de la ciudad de
Alejandría de Egipto. Y cuando llegue el aviso al Turco, que será al amanecer,
se acobardará éste de suerte que, deshaciendo el ejército, se retirará tierra
adentro; y dejándole el campo franco al Rey León, continuará éste sus victorias
hasta Jerusalén; y en llegando a ella, se arrojará pecho por tierra y dará
gracias a Dios por tantas victorias y mercedes.
Por este tiempo quedará España en poder de hembras;
porque por acudir a la Tierra Santa, apenas se hallarán en ella hombres de
catorce años arriba, que no sean viejos o inútiles; y cuando vuelvan de la
conquista, se cumplirá la profecía que siete mujeres irán tras un hombre,
preguntando la una por su marido y la otra por sus hijos. Y cuando los hombres
se acertaren a encontrar por las calles, se congratularán entre sí de haber
llegado a verse juntos, después de tantas tribulaciones. Todo hombre esté
alerta, que el tiempo vuela, y no sabemos la hora».
Apología del Gran Monarca 1ª Parte, páginas 42 y 43.
Padre José Domingo María Corbato
Biblioteca Españolista. Valencia-Año 1904