martes, 28 de noviembre de 2023

La Salve





Latín

Salve, Regina, Mater misericordiæ,

vita, dulcedo et spes nostra, salve.

Ad te clamamus exsules filii Hevæ,

ad te suspiramus, gementes et flentes,

in hac lacrimarum valle.

Eia, ergo, advocata nostra, illos tuos

misericordes oculos ad nos converte;

Et Iesum, benedictum fructum ventris tui,

nobis post hoc exsilium ostende.

O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria.



Español

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia;

vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.

A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,

a ti suspiramos, gimiendo y llorando

en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora, abogada nuestra,

vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos

y, después de este destierro,

muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

 

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.