lunes, 15 de septiembre de 2025
Los Siete Dolores de la Santísima Virgen María - 15 de Septiembre
Era menester que el Cristo padeciese
y así entrase en la gloria.
(Lucas, 24, 26).
MEDITACIÓN - LA VISTA DE LA CRUZ
ES EL CONSUELO DEL CRISTIANO
I. Nada hay más consolador para un cristiano que poner sus ojos en la cruz; ella es quien le enseña a sufrir todo, a ejemplo de Jesucristo. Esta cruz anima su fe, fortifica su esperanza y abrasa su corazón de amor divino. Los sufrimientos, las calumnias, la pobreza, las humillaciones parecen agradables a quien contempla a Jesucristo en la cruz. La vista de la serpiente de bronce sanaba a los israelitas en el desierto, y la vista de vuestra cruz, oh mi divino Maestro, calma nuestros dolores. No pienses en tus aflicciones ni en lo que sufres, sino en lo que ha sufrido Jesús. (San Bernardo)
II. ¡Qué dulce debe ser para un cristiano, en el trance de la muerte, tomar entre sus manos el crucifijo y morir contemplándolo! ¡Qué gozo no tendré, entonces, si he imitado a mi Salvador crucificado, viendo que todos mis sufrimientos han pasado! ¡Qué confianza no tendré en la cruz y en la sangre que Jesucristo ha derramado por mi amor! ¡Qué dulce es morir besando la cruz! El que contempla a Jesús inmolado en la cruz, debe despreciar la muerte. (San Cipriano)
III. Qué consuelo para los justos, cuando vean la señal de la cruz en el cielo, en el día del juicio y qué dolor, en cambio, para los impíos que habrán sido sus enemigos. Penetra los sentimientos de unos y otros. Que pesar para los malos por no haber querido, durante los breves instantes que han pasado en la tierra, llevar una cruz ligera que les hubiera procurado una gloria inmortal, y estar ahora obligados, en el infierno, a llevar una cruz agobiadora, sin esperanza de ver alguna vez el fin de sus sufrimientos.
El amor a la cruz
Orad
por la conversión de los infieles
ORACIÓN
Oh Dios, durante cuya Pasión, según la profecía de Simeón, una espada de dolor atravesó el alma dulcísima de la gloriosa Virgen y Madre, concédenos, al venerar sus dolores, que consigamos los bienaventurados efectos de vuestra Pasión. Vos que con el Padre y el Espíritu Santo vivís y reináis por los siglos le los siglos. Amén.
Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. (1642-1718)
domingo, 14 de septiembre de 2025
Exaltación de la Santa Cruz - 14 de Septiembre
Y cuando haya sido levantado
de la tierra,
todo lo atraeré a Mí.
(Juan, 12, 32).
Cosroes, rey de Persia, se llevó de Jerusalén la Cruz de Jesucristo, y Heraclio, emperador de Oriente, le declaró la guerra. Después de tres victorias debidas a la Santísima Virgen, Heraclio volvió a Jerusalén con la verdadera Cruz. Quiso llevarla en triunfo sobre sus hombros, pero una fuerza invisible lo detuvo a las puertas de la ciudad. El patriarca Zacarías le observó que sus suntuosas vestiduras contrastaban con la pobreza y humildad de Jesucristo. El emperador entonces se quitó su púrpura, su corona y su calzado, para vestir hábito de penitente. Así pudo entrar en la ciudad y llevar la Cruz hasta la cumbre del Calvario, el año 629.
MEDITACIÓN SOBRE
LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ
I
El amor a la Cruz nos levanta sobre las creaturas. Un hombre que ame los sufrimientos está al abrigo de los azares de la fortuna: la enfermedad, la pobreza o la deshonra no podrían turbar su paz. ¿Por qué? Porque él desea las aflicciones y las sufre con alegría por amor a Jesucristo. Todo lo que para ti es motivo de temor y de tristeza para él es una dicha. El cristiano puede parecer desdichado, nunca lo es. (Minucio Félix)
.
II
El que ama la Cruz está por sobre si mismo. No es ya un hombre sometido a sus pasiones, tiranizado por la concupiscencia, afeminado por las delicias. No tiene más que un solo deseo, el de sufrir; y como en esta vida las ocasiones de sufrir se encuentran a cada paso, siempre está contento y gozoso.
III
El que ama la Cruz se asemeja a Jesús crucificado; lo contempla, y se alegra viendo que los sufrimientos lo hacen fiel imagen del Salvador. Está crucificado para el mundo, y muerto para sí mismo. Sujétame a la cruz, oh Jesús mío, sin tener en cuenta las repugnancias de mi carne; porque os debo mi alma y mi cuerpo, como a mi Redentor. ¡Que mi cuerpo sea, pues, crucificado, coronado de espinas y semejante a ese Cuerpo adorable que Vos ofrecéis al eterno Padre por mí! Si debes tu cuerpo a Jesús dáselo, si puedes, tal como Él te ha dado el suyo. (Tertuliano)
El amor a la cruz
Orad por las almas del Purgatorio
ORACIÓN
Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo con la solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz, haced, os lo suplicamos, que después de haber conocido su misterio en la tierra, merezcamos ir al cielo a gustar los frutos de su Redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. (1642-1718)
viernes, 12 de septiembre de 2025
El Dulce Nombre de María - 12 de Septiembre
El Señor ha hecho vuestro nombre
tan glorioso, que no se caerá
de la boca de los hombres.
(Jdt. 13, 25).
Los elogios más sublimes corresponden a María, a la cual todas las generaciones llaman bienaventurada, y Aquel que "hizo en Ella cosas grandes y cuyo nombre es santo" quiso darle íntima participación de esa misma santidad para consuelo y gozo de quienes invocaren su dulce nombre. Nombre que ha de ser loado, en todo el mundo, porque infunde valor y fortaleza. Bien lo aprendieron los indios mejicanos de boca de los pobres soldados españoles cautivos, que subían al pavoroso teocalli invocando: "'Ay, Santa María!" y con este nombre en los labios expiraban.
España fue la primera en solicitar y obtener de la Santa Sede autorización para celebrar la fiesta del Dulce Nombre. Y esto acaeció en el año 1513. Pero fue el Papa Inocencio XI quien decretó, el 25 de noviembre de 1683, que toda la Iglesia celebrara solemnemente la fiesta de este nombre excelso, para perpetuar la victoria que los austriacos y polacos, mandados por Juan Sobieski, consiguieron de los turcos ese año en Viena.
El dulce nombre de María, para los que luchamos en el campo de la vida, es lema, escudo y presagio. Lo afirma uno de sus devotos, San Antonio de Padua, con esta comparación: "Así como antiguamente, según cuenta el libro de los Números, señaló Dios tres ciudades de refugio, a las cuales pudiera acogerse todo aquel que cometiese un homicidio involuntario, así ahora la misericordia divina provee de un refugio seguro incluso para los homicidas voluntarios: el nombre de María. Torre fortísima es el nombre de Nuestra Señora. El pecador se refugiará en ella y se salvará. Es nombre dulce, nombre que conforta, nombre de consoladora esperanza, nombre tesoro del alma. Nombre amable a los ángeles, terrible a los demonios, saludable a los pecadores y suave a los justos"
Que el sabroso nombre de nuestra Madre, unido al de Jesús, selle nuestros labios en el instante supremo y ambos sean la contraseña que nos abra de par en par las puertas de la gloria.
Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. (1642-1718)
jueves, 11 de septiembre de 2025
La Virgen María en ejemplos 17: Un «extraviado» que volvió a Dios
Un misionero, Párroco de Cuzco (Perú), escribe:
En mi extensa Parroquia, y con la colaboración de un grupo de Catequistas, estoy haciendo campaña de difusión del rezo de las tres Avemarías. Y el éxito es grande porque Dios hace derroche de sus gracias mediante su Madre Santísima...
«En junio de 1969 pasé por una "hacienda" muy alejada de los caseríos y aldeas. El dueño de la finca ya era de edad avanzada; había sido seminarista, y luego, sin contraer matrimonio canónico, se unió a una mujer con la que tuvo varios hijos. Aproveché mi visita para dejarle una estampa sobre la devoción de las tres Avemarías, recomendándole que no dejara de rezarlas todos los días, y siempre que sintiese preocupación por cualquier problema.
»A finales del mes de octubre vinieron a buscarme de parte del dueño de aquella. "hacienda' para pedirme con insistencia que, no obstante la distancia, fuera a aquella casa, porque dicho señor estaba muy grave y deseaba recibir los últimos Sacramentos.
»Allí fui acompañado de dos Catequistas, y al vernos el enfermo, llorando amargamente y con voces entrecortadas, pidió confesar.
»A continuación declaró que había rezado las tres Avemarías desde que se las había aconsejado y que a poco de rezarlas se sintió movido a "regularizar su vida" y volver a la gracia de Dios.
»Tanto le ayudaba la Santísima Virgen a su cambio espiritual, que hasta empezó a rezar el Santo Rosario durante su enfermedad.
»Como apremiaba su gravísimo estado, sin pérdida de tiempo contrajo matrimonio, recibió la comunión juntamente con su esposa y los hijos legitimados, y le administré la Extremaunción.
»Media hora, exactamente, después de esto, descansó en la paz del Señor.»
La Madre de Dios había acreditado una vez más su especial patrocinio respecto de quienes la invocan con las tres Avemarías.
(P. Braulio Ascarza Sotelo. — 7 noviembre de 1969. — Perú).
(«Los asombrosos frutos de una sencilla devoción»)
Milagros del Escapulario 21 - Se defiende del demonio, mediante el Santo Escapulario
Se defiende del demonio, mediante el Santo Escapulario,
un gran devoto de María
Nuestro venerable P. Fr. Miguel de la Fuente nos dice que en Medina del Campo había un fervoroso Terciario que vestía con suma devoción el bendito Escapulario. Padecía este varón de Dios vehementísimas y fuertísimas tentaciones de parte del demonio, mas de todas ellas salía derrotado el tentador, pues defendía a su Terciario la Virgen Santísima mediante su bendito Escapulario.
Asestó, por último, todos sus ardides y astucias Lucifer por ver de conseguir el que el siervo de Dios se quitara el Santo Escapulario, esperanzado el enemigo en que si lograba se lo quitase lograría fácilmente su victoria. Resistió el piadoso varón con indecible fortaleza e inaudita constancia la terrible y enconada lucha que para lograrlo le hiciera durante muchos días el dragón infernal. Irritado al fin el diablo de su paciente y heroica constancia, tomó, cierta noche, forma visible, y en figura de monstruoso gato, entrando en su aposento cuando ya el buen hombre se hallaba recogido, centelleándole los ojos, erizado el pelo y horrorizándole con lo fiero de sus uñas, se arrojó sobre él haciendo presa en su garganta.
Se juzgó ahogado el devoto de María Santísima, mas, empuñando el Escapulario y mostrándoselo al enemigo, se dio al punto Luzbel por vencido, y cual si le pegaran fuego emprendió vertiginosa fuga, mientras con palabras rabiosas le decía : "Quítate ese hábito de la Capilluda con que constantemente nos atormentas."
¡Oh, blasfemo, carnicero lobo bajo la piel de horroroso gato! No mientes por su nombre a María Santísima, porque tu lengua asquerosa no manche la pureza de su Santísimo y Dulcísimo nombre. No le pronuncies, para que tu infecto tenebroso aliento no brille con las claras luces de esta resplandeciente Estrella.
Confiese confundida tu soberbia, que continuamente os atormenta el bendito Escapulario de María Santísima del Carmen, para que viendo todos cómo pretende tu protervia y malicia disuadir a unos de que le vistan e impulsar a otros a que le dejen, que le vistan todos y crezca de día en todos el deseo de vestirlo, y el esmero en no dejarlo jamás, a fin de que se propague de día en día la devoción y el amor a nuestra dulce Madre.
Milagros y Prodigios del Santo Escapulario del Carmen
por el P. Fr. Juan Fernández Martín, O.C.
Editado en 1956
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