jueves, 13 de noviembre de 2025

La Virgen María en ejemplos 19: María la pecadora, convertida en la hora de la muerte

 


Se cuenta en la Vida de Sor Catalina de San Agustín que en el pueblo donde moraba había también una mujer llamada María, que habiendo sido escandalosa en la juventud, no era mejor siendo ya vieja, por lo cual la echaron del pueblo y se refugió en una cueva, donde al cabo murió medio podrida, sin sacramentos y abandonada de todo el mundo, y así, la enterraron en el campo como a una bestia. Sor Catalina, aunque acostumbrada a encomendar a Dios muy de veras las almas de todas las personas que allí morían, habiendo sabido la desgraciada muerte de la vieja, no pensó en pedir por ella, teniéndola, como ya todos la tenían, por condenada. Al cabo de cuatro años se le aparece de pronto un alma en pena, que le dice: 

«Catalina, ¿he de tener yo tan mala suerte? Tú encomiendas a Dios a todos los que mueren aquí, y sólo de mi alma no tienes compasión.» «¿Quién eres?», le preguntó la sierva de Dios. «Soy María, la que murió en la cueva.» « ¡Cómo!, ¿tú en carrera de salvación?» «Sí — volvió a decir el alma — , lo estoy gracias a la misericordia de la Reina del Cielo. Oye cómo fue. Cuando ya vi cerca la muerte, mirándome tan abandonada y llena de pecados, volví los ojos a la Madre de Dios, diciendo: Señora, no hay quien me valga en este último trance; pero Vos acogéis a todos los desamparados, Vos sois mi única esperanza, Vos sola me podéis ayudar; tened compasión de mí. No se hizo sorda la Virgen sacratísima; me alcanzó de Dios la gracia de hacer un acto de verdadera contrición, morí entonces, y así me salvé. Ahora, en el purgatorio, me ha obtenido también el favor de que se me abrevie la pena, haciendo que sufra con más intensión lo que hubiera tenido que padecer por muchos años, y sólo me falta que se celebren algunas misas por mi alma, las cuales te pido que me mandes decir, y yo te prometo rogar siempre en el Cielo por ti a Dios y a su santísima Madre.» 

Cuidó Sor Catalina que al instante se aplicasen las misas, y a los pocos días se le volvió a aparecer el alma más resplandeciente que el sol, dándole gracias por el beneficio, y diciendo que iba a la gloria a cantar para siempre las misericordias del Señor y a rogar por ella


 Las Glorias de María
San Alfonso María de Ligorio

Milagros del Escapulario 22 - El Venerable Francisco de Yepes y la Indulgencia sabatina

 


El Venerable siervo de Dios Francisco
 de Yepes y la Indulgencia sabatina

Entre las muchas revelaciones del venerable siervo de Dios Francisco de Yepes, hermano del místico doctor San Juan de la Cruz, nos refiere el autor de su admirable vida, José de Velasco, que, como muriese en olor de santidad en la ciudad de Medina del Campo, el venerable terciario Carmelita, Antonio de Santiago, varón de eximias virtudes, y al que unía una estrechísima amistad espiritual con el siervo de Dios Francisco de Yepes, ambos en vida habían hecho un pacto común, por el cual se comprometían, el que de los dos muriese primero, a aparecerse lo antes posible a su amigo, para manifestarle el estado de su alma en la otra vida, si Dios fuese servido de concederles tal gracia. 

Y, en efecto, el sábado inmediato a la muerte de Antonio Santiago, el cual había muerto a los treinta años, lleno de virtudes y méritos, como estuviese al rayar el alba orando ante el sagrario el siervo de Dios Francisco de Yepes, sintió cerca de sí una fragancia deliciosa, de suavísimo y exquisito olor, y vio luego, muy cerca de sí, a su amigo Antonio, el cual, con el rostro resplandeciente de gloria, le dijo : " ¡ Oh, amable y fiel amigo Francisco, os pagué Dios, a ti y a los demás hermanos lo que ante Dios habéis hecho por mí después de muerto! 

" ¡ Oh, hermano mío! ¡ Si conocieseis lo que en el Purgatorio se pasa! 

"Sabed, hermano, que luego que mi alma salió de su cuerpo, fui llevado al Purgatorio, y en un día y dos noches que allí estuve, padecí grandísimos tormentos y penas acerbísimas, y hoy, sábado, al amanecer me sacó de las grandes penas que pasaba la Madre de Dios del Carmen, por su gran indulgencia sabatina." Y dicho esto desapareció de la vista de su amigo, a quien luego se le apareció repetidas veces, radiante de gloria, para animarle a conseguir muy presto el Cielo.

Milagros y Prodigios del Santo Escapulario del Carmen 
por el P. Fr. Juan Fernández Martín, O.C.
Editado en 1956

viernes, 7 de noviembre de 2025

Oración a Santa Rita de Casia

 


ORACIÓN PARA PEDIR UN FAVOR

Santa de lo Imposible. Oh Santa Patrona de los necesitados, Santa Rita, cuyas plegarias ante el Divino Señor son casi irresistibles, quien por la generosidad en otorgar favores has sido llamada Mediadora de los sin esperanza e incluso de lo Imposible; Santa Rita, tan humilde, tan pura, tan mortificada, tan paciente y de tan compadecido amor por Jesús Crucificado que podrías obtener de El cualquier cosa que le pidas. A cuenta de esto recurrimos confiados a ti, esperando, si no siempre alivio, al menos consuelo. Se favorable a nuestra petición, mostrando el poder de Dios a nombre de este/a suplicante, se generosa con nosotros, como lo has sido en tantos casos maravillosos, para la mas grande gloria de Dios, por la divulgación de tu propia devoción, y por el consuelo de aquellos que confían en ti. Prometemos, si nuestra petición es concedida, glorificar tu nombre, informando del favor concedido, para bendecir y cantar tus alabanzas por siempre. Confiando entonces en los méritos y poder ante el Sagrado Corazón de Jesús, te rogamos:

(Mencione ahora su petición)